1. Documentos de la cátedra




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Presentación power point utilizada en clases teóricas.












Documento-clase 3


Táctica y Estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras



un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco



y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio



más profunda
y más simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti



¿Hasta qué punto somos conscientes de cuántas y cuáles técnicas, tácticas, estrategias y recursos utilizamos en nuestro trabajo intelectual como universitarios? El trabajo intelectual se realiza y se constata a través del pensar, del investigar y producir, y del exponer, y cada uno de sus momentos posee una manera de operar. Constituyen procesos diversos, sincrónicos y diacrónicos, todos conllevan tácticas, técnicas y estrategias, algunas conocidas, otras no tanto, y aquellas muy personales que hacen de nuestro pensamiento la primera manera con la cual comenzamos a dilucidar la realidad. Las técnicas y estrategias son los instrumentos que permiten operacionalizar un método, por ejemplo las hay para mejorar la concentración, para organizar eficazmente el tiempo, para fichar, tomar apuntes y subrayar, etc. Muchas de ellas se conocen también como técnicas de estudio. La metodología, incluye además del método, al objeto y al marco teórico. Un método supone un camino ordenado lógicamente, un conjunto de módulos o de pasos conducentes hacia un objetivo determinado. La metodología hace referencia a la manera en como se conocen o perciben los objetos y al conjunto de supuestos teóricos que sostienen esas visiones, sin dejar de tener en cuenta que nuestro entorno, cultura, y prácticas sociales condicionan la percepción y el conocimiento de los objetos. Al mismo tiempo, existen comportamientos, pensamientos, creencias o emociones que facilitan al estudiante la adquisición de conocimientos, la comprensión, y la transferencia de habilidades nuevas. En esta asignatura entendemos a la metacognición como el conocimiento que tiene una persona de sus recursos cognitivos y la compatibilidad de éstos con la tarea que se desea realizar. Si una persona es capaz de reconocer y anticipar los problemas que enfrenta para una ejecución exitosa, está autorregulando su mente y es capaz de aplicar determinadas estrategias para alcanzar su objetivo. De esta manera se procura acercar instrumentos y herramientas que incrementen la capacidad para identificar problemas y limitaciones para resolver con éxito una tarea, los mecanismos de autorregulación en actividades de aprendizaje y el desarrollo y uso de estrategias compensatorias en el estudio en la universidad.
Entonces, la metodología del trabajo intelectual cobra sentido en la práctica del alumno universitario desde muchas perspectivas, y para la cátedra, una mirada central es la que se explica desde el concepto de alfabetización académica. Advertirán durante la lectura del artículo de Karina Presta que se refiere a la forma particular de expresarse y comunicarse que tienen los integrantes de una comunidad académica, una corporación, una “universitas”.[2] La autora presenta a la alfabetización académica como un concepto que comprende las estructuras características de la producción (oral o escrita) e interpretación del conocimiento de la cultura discursiva de cada disciplina académica.[3] Como verán en el nuevo autor que incorporaremos a partir de la semana que viene, Giovanni Parodi aproxima el concepto de discurso especializado en el ámbito universitario y profesional para referirse a la constitución de un corpus de estudio integrado por ejemplo, por materiales educativos, los tipos de textos, y los rasgos representativos de esa disciplina de estudio.
Cada comunidad académica participa entonces de un discurso propio para hacer conocer sus estudios, planteos teóricos y prácticos, sus proyectos y difundir sus saberes, acrecentado así el saber de la disciplina en la que sus integrantes se desarrollan e investigan. La “academia” es antigua, su protagonista principal, Platón, nació en Atenas en 427 y murió en 347 a. C y aunque inicialmente se dedica a la poesía, pronto se consagra a los estudios filosóficos, siguiendo las enseñanzas de Cratilo, un seguidor de Heráclito. Toma contacto con Sócrates, quien ejerce una enorme influencia en su pensamiento, y en cuya boca puso la mayor parte de sus propias doctrinas. Aproximadamente en el año 385 estableció su primera “Academia”, establecida en un parque y gimnasio consagrado al héroe Academo, de ahí su nombre. Esta escuela y centro de investigación, donde se cultivaron no sólo la filosofía sino todas las ciencias, lidera los pensamientos y cultura occidental más de 900 años, hasta que es cerrada, y su presencia se desdibuja.
También la “universidad” es una de las instituciones con más antigüedad y es la única que ha perdurado durante siglos hasta la actualidad. Hoy, el término academia se asocia más a una “socie­dad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública”. Aunque algunos autores prefieren vincular el surgimiento de las universidades a la Biblioteca de Alejandría, específicamente a su Museo, que se extendió entre el siglo IV y el I a. C., otros prefieren ubicar su surgimiento en los principios de la Edad Media en los que el saber y la educación se encontraban relegados a las escuelas existentes en los monasterios y catedrales como en Bolonia, París, Salerno, etc.  El término universitas aludía a cualquier comunidad organizada con cualquier fin. A partir del siglo XI los profesores se agrupan en defensa de la disciplina escolar, preocupados por la calidad de la enseñanza y los alumnos comienzan a crear comunidades para protegerse del profesorado. Así surge la Universidad de Bolonia y más tarde la de París, Oxford, Padua, Nápoles, Toulouse, Praga, Viena, Heidelberg y Colonia. Actualmente podría decirse que la universidad europea ha recorrido un camino que le permitió alejarse de su origen confesional y paulatinamente generar estrategias propias adoptando métodos de pensamiento empírico, así como descubrimientos y desarrollos científicos y culturales. Paralelamente a la expansión mundial europea, se desarrolla y consolida la universidad americana, con modelos y propuestas apropiadas, convertida en uno de los centros de conocimiento más importantes del mundo. Esta institución seguirá existiendo en la sociedad del conocimiento como una organización educativa, a la par que se potencian y consolidan nuevos modos de institucionalidad universitaria, por ejemplo, virtuales, politécnicas, bimodales. Aún así, la universidad mantiene ese perfil clásico que la ha identificado y sostiene valores que la han caracterizado, enraizados en la investigación rigurosa, la formación de calidad y una producción de conocimiento comprometida con su contexto.
Aún prevalece esta forma predominante de entender la universidad, y el conocimiento científico ocupa el lugar central en las prácticas de alumnos y profesores. Desde una mirada epistemológica, las diversas formas de integración del conocimiento científico, predominantemente teorías y disciplinas son aprehendidas en sus aulas universitarias, producidas, difundidas, discutidas, y comunicadas. Los conocimientos se ordenan y configuran en estructuras complejas de muy diversas maneras. Como veremos en la unidad II, Alicia Gianella explica que la epistemología reflexiona y teoriza sobre el conocimiento mismo. Por este motivo se cree necesario enfatizar la mirada sobre los componentes del conocimiento científico y anticipar que los conceptos de término, enunciado y razonamiento serán evaluados en las situaciones de examen de la materia y también se espera que los alumnos evidencien una visión clara de la vinculación de las teorías con sus referentes, empíricos o no, y las relaciones entre distintas teorías. Es decir que sin profundizar demasiado al menos se pretende que los temas clásicos de la epistemología, relativos al modo en que se organizan y se fundamentan los conocimientos científicos, sus características y sus relaciones, estén presentes en esta asignatura.
 Como dice Gianella, la epistemología es considerada la "ciencia de las ciencias" y nuestro paso por allí pretende ofrecer un panorama global de los fundamentos de aspectos como: la relación entre la ciencia y la filosofía, los modos de adquisición y formación del conocimiento, el sentido del método científico en la construcción del conocimiento y, en las visiones del mundo, personales y sociales. Para abordar los principales aspectos y cada uno de los momentos del proceso de investigación se recurrirá a Carlos Sabino quien presenta el momento lógico y el momento metodológico, los primeros que integran dicho proceso, y el momento teórico-empírico que es el que permite sistematizar los datos obtenidos y comunicar los resultados. La pretensión de ofrecer un panorama global cobra sentido en la medida que somos conscientes de que particularmente los estudiantes se encuentran involucrados en un proceso de conocimiento complejo en el cual se percibe, recuerda, aprende, imagina, razona, discurre, especula y reorganiza conocimiento. En este contexto no tenemos indicios que nos permitan tomar como sinónimos los conceptos información y conocimiento, como anticipara el artículo de Presta, ya presentado anteriormente.
El texto de García Canclini junto al de Presta obedece a otra intencionalidad de la cátedra, y su título hace referencia a tres tópicos en los que se desea centrar la atención: información, conocimiento y re-conocimiento.  Como señala el autor, en los últimos tiempos, el desarrollo interrelacionado de la educación, las industrias editoriales y audiovisuales, está diluyendo aquel orden ilustrado que separaba la escritura de las imágenes, la educación del entretenimiento y la información de la comunicación. Aparecen también la metáfora de que la formación académica es la incursión de un inmigrante a una cultura nueva, aportado por Carlino, y la reflexión en torno al desafío, tanto en el rol de estudiantes como de futuros profesionales, de enfocar la cuestión de la interculturalidad para poder ser parte del desarrollo de una sociedad del re conocimiento.
La lectura del texto de García Canclini, nos acerca a una necesaria e insoslayable reflexión sobre los diversos modos de saber, entretenernos y estar juntos como partes interactuantes de una misma sociedad. Esa actividad reflexiva no puede dejar de atender los nuevos desafíos en el trabajo intelectual de los alumnos universitarios, y sus docentes, ni tampoco los que deberá encarar como graduado en la construcción de experiencias que hagan posible imaginar un pasaje de la reduccionista sociedad de la información a una sociedad de conocimiento que, planteándose los desafíos de la interculturalidad, llegue a ser también una sociedad del reconocimiento.
El concepto de información es esquivo, debido a que generalmente su explicación remite al propio proceso y acción de informar. El origen latino de este término presupone la idea de dar forma: in-formar; formar desde adentro. Desde la teoría periodística se acepta, asimismo, que es la disponibilidad de un mensaje para ser utilizado en un proceso comunicativo. Piñuel y Gaitán advierten que esto no es así desde el punto de vista del uso que se hace de los mensajes como portadores de significación, el concepto de “información” se refiere al contenido de un mensaje dado a conocer a una persona, o a un público destinatario, es decir, la información es la noticia, el dato, y la comunicación es su transmisión social. Esta somera aproximación al concepto de información se evoca con la intención de diferenciarlo del de conocimiento, aspecto en el que nos detendremos un poco más, ya que es el eje central del trabajo intelectual, de la asignatura. El concepto de información, sociedad de la información y sociedad del conocimiento, así como múltiples enfoques de sus alcances y relaciones, serán recorridos seguramente con holgura en las otras materias de la carrera. Lo que importa en este punto es tener presente que en una época de construcción multicultural de los saberes necesitamos articular distintos modos de informarse y fundamentar el sentido social de nuestras prácticas como integrantes de la comunidad académica.
El panorama que hemos venido construyendo se confirma con investigaciones realizadas en el campo de la pedagogía universitaria y disciplinas vinculadas, éste arroja cada vez más certezas acerca de la idea de que la alfabetización general, adquirida en la escuela primaria y secundaria no resulta suficiente para enfrentar las exigencias que plantea la introducción en un nuevo campo de conocimiento. En sentido general el conocimiento es, por una parte, el estado de quien conoce o sabe algo, y por otro lado, nuestro patrimonio cultural, también se refiere al saber que se consigue mediante la experiencia personal, la observación o el estudio. Autores diversos presentan enfoques diversos acerca de conocer y pensar. Veremos aspectos relativos al conocimiento científico en Gianella y Sabino, mientras que otro autor clásico de la gnoseología como Hessen, diferencia conocimiento intuitivo del mediato discursivo, Piaget, desde la psicología genética lo entiende como continuo, dialéctico, reestructurante, un proceso vivo y cambiante, Lévy reivindica el saber vivo, saber-vivir, enfatizando el valor social y colectivo del conocimiento, Bordieu, trabaja sobre otra  perspectiva social al analizar los modos de producción, distribución y legitimación del conocimiento científico, sus reglas no manifiestas… Desde perspectivas más globales el conocimiento puede ser conceptualizado como entidad, como proceso, o como producto de un proceso… En verdad, este tema tiene una riqueza de enfoques que no alcanzaremos a abordar en la materia, e interesa ahora concentrarnos brevemente sobre los modos de conocer, para contribuir al “conocimiento de nuestros propios modos de conocimiento”
Podríamos decir que se estudia de muy diversas maneras, al hacerlo ponemos en juego variadas modalidades cognitivas. Si realizáramos un corte sincrónico de los modos de conocer en la universidad en un determinado momento, seguramente hallaríamos los que predominan, otros residuales, y aquellos que constituyen emergentes de nuevas situaciones de aprendizaje que tienden a romper con las modalidades cognitivas hegemónicas. Alicia Entel propone una clasificación de los modos de conocer centrando su mirada en los modos de construcción del conocimiento, estas categorías, siempre provisorias, pueden servir para el análisis de nuestro trabajo intelectual en las aulas universitarias y reflexionar acerca de las predominantes o no, y acerca de las deseables o no. El conocimiento atomizado consiste en apropiarse de partes del todo natural o social. Se recortan unidades de conocimiento témporo-espaciales sin tener en cuenta el carácter arbitrario de tal o cual recorte y no intenta descubrir los procesos de producción de cada unidad de conocimiento. Se destacan definiciones, fechas, hechos y personajes descontextualizados. La enseñanza se imparte en distintas disciplinas como compartimientos estancos e impide confrontar y utilizar el conocimiento adquirido en otras situaciones problemáticas. El conocimiento relacional/estructural consiste en apropiarse de la totalidad, es la percepción del todo sin tener en cuenta el proceso a través del cual esa totalidad se construyó ni tampoco sus contradicciones. Esta forma de conocer es característica del pensamiento estructural - funcionalista. Se asocia lo dado con otras materias. Se adquiere conciencia de "estructuras" o "sistemas". Por último, el conocimiento procesual, parte de una percepción inicial del todo y concibe a cada elemento y a la totalidad como el producto de un proceso que engloba a los otros dos modos de conocer. Considera a las contradicciones como motores de cambio y su objetivo es construir los procesos. El sujeto no es pasivo ni una abstracción en el acto de conocer, sino que se hace a sí mismo y se reconoce partícipe de las transformaciones. Sólo el modo procesual puede permitir conocer cabalmente. Es necesario señalar que es imposible conocer un proceso si no se conocen las relaciones del todo y sus partes, involucrando así al conocimiento de datos y al conocimiento de estructuras.
Mientras tanto, Raúl Ageno, aporta una clasificación de los modos del pensamiento, no excluyente de otras clasificaciones que se puedan realizar, y que se incorpora para completar las visiones presentadas por mí anteriormente. El pensamiento proposicional se orienta hacia el ordenamiento y la clasificación de las cosas. Esto se organiza en estructuras, cuyos elementos pueden ser disociados y sus transformaciones comprendidas en función de las leyes que las determinan. Se configura entonces una visión sincrónica de las cosas presentadas en su unilateralidad, aisladas y estáticas que considera al movimiento como un simple desplazamiento, sin posibilidad de provocar transformaciones profundas. Por otro lado, el pensamiento dialéctico, se orienta hacia el análisis de las cosas y de los fenómenos como procesos que se dan en interacción e interconexión con otros, y a la comprensión de los cambios por el interjuego de las contradicciones o conflictos externos e internos. Esto permite una visión diacrónica de la realidad concebida como movimiento y desarrollo cuantitativo y cualitativo permanente.
Es deseable que la nueva alfabetización, iniciada en el campo de estudio propio y particular, transite en un camino de buenas prácticas de enseñanza y de aprendizaje. Se espera que esta alfabetización académica se construya en un espacio que priorice pensamientos dialécticos, modos de conocer que involucren procesos, estructuras y datos en una visión que permita la relación del todo y sus partes. En este ámbito disciplinario privativo de la bibliotecología y sus campos afines, informarse, conocer, re-conocer, y conocerse serán requisitos para que los alumnos en su nuevo trayecto de formación sean protagonistas plenos como estudiantes universitarios. Para ello, un modo de aproximación al trabajo intelectual universitario es mediante el análisis de los trabajos académicos usuales y los materiales escritos empleados por los estudiantes en su formación universitaria cotidiana. Recurriremos a Giovanni Parodi en primera instancia con el fin de analizar estos trabajos, sus características y lo que revelan los tipos de textos así como ciertos indicios, anticipos de los rasgos representativos de su disciplina, y posteriormente incorporaremos otras miradas necesarias y oportunas. 
Hasta el momento, trabajarán con los textos de Gianella y Sabino, para identificar y describir las características del conocimiento natural y del conocimiento científico, y describir tanto aspectos dinámicos como estructurales de este último, así como sus formas se integración según Gianella. También podrán apreciar los principales aspectos de cada uno de los momentos del proceso de investigación: el momento lógico y el momento metodológico son los primeros que integran dicho proceso y el momento teórico-empírico es el que permite sistematizar los datos obtenidos y comunicar los resultados, según Sabino. Por último, han revisado los conceptos de Alfabetización académica y Alfabetización informacional esgrimidos por Presta, sus alcances y reflexionado desde su propia perspectiva como alumno y también desde su futuro rol como profesional. Además de la necesaria indagación de la perspectiva de Parodi acerca del discurso especializado, que iniciamos en este momento, no debemos perder de vista al gran protagonista de la segunda parte de la materia: el texto, entonces profundizaremos su estudio, incorporaremos perspectivas y trabajaremos intensamente múltiples enfoques en torno a él.
Esto se explica en tanto en esta alfabetización académica, nuestro objeto de trabajo será el conocimiento científico, y la materia prima con que trabajaremos, desde múltiples perspectivas, será el texto. Cada texto es una pieza de lenguaje inserto en un proceso discursivo y en una cultura. Desde este enfoque, leer es entender cómo los textos construyen sentido, y por eso las prácticas lectoras que tienen en cuenta los recursos lingüísticos que se usan en los textos suelen ser las más eficaces y contribuyen a la constitución de lectores autónomos. Lograr esa autonomía es un recorrido que culmina en una plena alfabetización académica, cuando los discursos disciplinarios propios de la carrera elegida, las variaciones lingüísticas y discursivas, las disciplinas y los tipos de textos prototípicos ya nos son familiares. El discurso y, a través de este, el conocimiento disciplinar se construye y se empleará paulatinamente en contextos académicos y profesionales de modo cada vez más complejo y diverso. 
En este devenir no perdemos de vista que la lectura es un proceso activo de construcción de significados, en el que tienen lugar procesos de inferencias, anticipaciones y formulación de hipótesis sobre el contenido del texto. En todo texto encontramos huellas del sujeto enunciador que pertenecen a la estrategia discursiva puesta en juego en la enunciación textual y que afectan tanto a la disposición sintáctica de los signos como a las condiciones de la recepción. Por otro lado, como se ha dicho en la clase introductoria, escribir es lo que haremos para comunicarnos en esta comunidad académica, aunque en esta materia reflexionaremos también sobre el hecho de que sobre todo, escribir es un método para pensar. Escribir para uno, escribir para los otros, cobrará especial relevancia cuando recorramos los trabajos académicos, los trabajos prácticos y cada un@ podrá percibir como además de presentar información, al escribir, configura ideas, pues se trabaja sobre el propio pensamiento, y se le da una forma entre otras posibles. Entonces, la reflexión surgida a través de la escritura es diferente de la reflexión no escrita. El texto que se transcribe para terminar este teórico, pertenece al prefacio del libro de Umberto Eco, cuyo título original es “Semiología cotidiana”, aunque luego de traducido por Edgardo Oviedo, su título en español es “La estrategia de la ilusión”. Invito a que continuemos en el teórico la discusión sobre sus aportes. Seguramente podrán comprender y resignificar sin ninguna dificultad los motivos que me animaron a seleccionar este texto

“Los ensayos elegidos para formar este libro son artículos que he escrito en el transcurso de varios años para su publicación en diarios y semanarios (o como máximo en revistas mensuales, pero no especializadas). Muchos de ellos tratan de los mismos problemas, con frecuencia después de transcurrir cierto tiempo, otros se contradicen (siempre al cabo de un tiempo). Hay un método —aunque muy poco imperativo— en esta actividad de comentario sobre lo cotidiano. En caliente, bajo el impacto de una emoción o el estímulo de un acontecimiento, se escriben las propias reflexiones, esperando que serán leídas y después olvidadas. No creo que exista ruptura entre lo que escribo en mis libros «especializados» y lo que escribo en los periódicos. Hay una diferencia de tono, por supuesto, dado que al leer día tras día los acontecimientos cotidianos, al pasar del discurso político al deporte, de la televisión al «beaugeste» terrorista, no se parte de hipótesis teóricas para evidenciar ejemplos concretos, sino que más bien se parte de acontecimientos para hacerlos «hablar», sin que se esté obligado a llegar a conclusiones en términos teóricos definitivos. La diferencia reside, entonces, en que, en un libro teórico, si se avanza una hipótesis, es para probarla confrontándola con los hechos. En un artículo de periódico, se utilizan los hechos para dar origen a hipótesis, pero no se pretende transformar las hipótesis en leyes: se proponen y se dejan a la valoración de los interlocutores. Estoy quizás en vías de dar otra definición del carácter provisional del pensamiento coyuntural. Todo descubrimiento filosófico o científico, decía Pierce, va precedido por lo que él llamaba «the play of musement»: un vagabundeo posible del espíritu, una acumulación de interrogantes frente a unos hechos particulares, un intento de proponer muchas soluciones a la vez. Antaño, ese juego se jugaba en privado, se confiaba a cartas personales o a páginas de diarios íntimos. Los periódicos son hoy el diario íntimo del intelectual y le permiten escribir cartas privadas muy públicas. Lo que protege del temor de equivocarse no reside en el secreto de la comunicación, sino en su difusión.”



Éxitos y hasta la próxima,      Emilia Garmendia

Nota: Además de la bibliografía obrante en el programa de la asignatura, para la preparación de esta clase teórica se han consultado los siguientes textos:
Ageno, R. (1988). El Rol del Psicólogo en la Educación, Cuadernos de Psicología y Psicoanálisis de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario, Argentina. 
Carpio, A. (1984). Principios de filosofía, Glauco, (1ra. ed. 9na. reimpr.). Buenos Aires, Argentina. 
Crovi Druetta, D. (Sociedad de la información y el conocimiento: entre lo falaz y lo posible. Primera ed. Buenos Aires, La Crujía
Entel, A. (1988). Escuela y Conocimiento, Cuadernos de FLACSO, Buenos Aires. Argentina. 
Vázquez, A. (2005). ¿Alfabetización en la Universidad? en Re - conociendo los problemas educativos en la Universidad. Colección de Cuadernillos de actualización para pensar la Enseñanza Universitaria. Año1. Nº 1.  Universidad Nacional de Río Cuarto - Sec. Académica - Área de Vinculación / 0358 -4676311. http://www.unrc.edu.ar/unrc/academica/pdf/cuadernillo01.pdf 
Tenti Fanfani, E. (Compilador) (2008). Nuevos temas en la agenda de la política educativa. Buenos Aires. Siglo XXI, UNESCO
Eco, U. (1999). La estrategia de la ilusión. Barcelona. Editorial Lumen


[1] Para quienes no deseen escuchar todo el programa, el poema Táctica y Estrategia comienza en el minuto 27.33. Hay otros poemas leídos por Mario Benedetti, extraídos de la Biblioteca de autores contemporáneos de la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Programa Nº60, 19 de mayo/09 de “La Muralla y los Libros”. BN.

[2] Universitas: término que por el siglo XI, según el pensamiento medieval, se utilizó para designar a una comunidad o a una congregación única, a veces un gremio, pero no necesariamen­te a una colectividad académica. Viene del latín, unus, uno, y universus, universal, aquello que comprende todo. Con el paso del tiempo, el térmi­no fue calificado para referirse a una comunidad dedicada a la educación y, así, se decía univer­sitas magistrorum et scholarium.
[3] Este concepto es recuperado de la autora Paula Carlino, quien hallarán en la bibliografía de la materia y seguramente abordaremos algunos textos de su autoría en futuros trabajos propuestos por la cátedra.


Documento-clase 1

Los planes de estudios de la carrera que se encuentran cursando en este momento, han previsto una dedicación del alumno, durante este cuatrimestre, que resulta equivalente para quienes lo hacen de modo presencial como para los que lo hacen con modalidad a distancia. También, para quienes estudian con una u otra modalidad de enseñanza, esta asignatura ha sido ubicada en el primer tramo de la carrera para que se aborden ciertos contenidos mínimos como: 
El intelectual y su contexto. Identificación de documentos. La lectura y sus técnicas. Toma de notas y fichas de estudio e investigación. Trabajos de extracción. La monografía y otros tipos de informes. (ref.: OCS 943). 
Quienes estamos a cargo de esta cátedra hemos elaborado una propuesta docente que aspira a que, cuando terminemos el trabajo de este cuatrimestre, los alumnos que la hayan cursado
-          Utilicen habilidades y estrategias para el trabajo intelectual individual y grupal de manera responsable e independiente, dando cuenta en sus participaciones de actitudes colaborativas y comprometidas.
-          Distingan las propiedades de los textos escritos y audiovisuales en diferentes soportes, para la comunicación de conocimientos y apliquen las herramientas básicas para operar y resolver las situaciones problemáticas planteadas en cada área disciplinar de la carrera elegida.
-          Desarrollen habilidades para la búsqueda, comprensión, análisis y registro de la información científica.
-          Identifiquen problemas en torno a sus logros y obstáculos en el trabajo intelectual con contenidos afines a su objeto de estudio, y a partir de aquellos adopten y construyan andamiajes y apoyos apropiados para resolverlos.
¿Les parece que lo lograremos?, Perkins [1] dice que hay tres metas generales ligadas a la esencia de la educación: retención del conocimiento, comprensión del conocimiento y uso activo del conocimiento, pues en definitiva esta materia se trata de eso, de actualizar y mejorar las competencias que ya trae cada estudiante para retener, comprender y hacer un uso activo del conocimiento. La capacidad para resolver un abanico de situaciones que tienen algo en común y algunas cosas diferentes, es lo que entendemos como competencia.
Esa capacidad más o menos general, no pierde especificidad en la resolución de una cantidad de situaciones más o menos diversas que afrontarán a lo largo de la cursada. Supone además del dominio de la lectura y la escritura, el dominio de estrategias en el uso de las TIC, y el hipertexto. El trabajo intelectual implica dominar las posibilidades de interactividad que presenta Internet, mediante apropiaciones progresivas en el dominio de los soportes, y el entrecruzamiento con las habilidades complejas que caracteriza todo enfoque reflexivo de la enseñanza.
Seleccionar la información importante, avanzar y retroceder en los itinerarios elegidos a través de los enlaces, rehacer las relaciones de coherencia y cohesión que dependen de las propiedades de la organización textual y de los recorridos del lector, son actuaciones vinculadas con la lectura en hipertextos que se asocian a la necesidad de elaborar criterios de recolección y sistematización de la información, diferenciar enfoques distintos y construir esquemas de localización de la información a partir de las estructuras textuales, por ejemplo.
Leer y escribir, son procesos que sostienen el “trabajo intelectual” de los que “trabajamos” en la universidad. En cada uno de los roles que desempeñamos quienes la integramos: alumnos, docentes e investigadores, administrativos, autoridades… Todos hacemos de ellos usos diferentes y requerimos de la escritura y la lectura desde perspectivas diferentes. En esta asignatura se concibe la enseñanza de las prácticas letradas -comprensión y producción de textos escritos- íntimamente relacionada con la construcción de saberes específicos -los contenidos o conceptos propios de las disciplinas que integran la carrera elegida- (Carlino: 2003).
Algun@s ya habrán superado ciertos desafíos intelectuales propios de la vida universitaria y tendrán un pleno dominio de estrategias y contenidos que se ofrecerán en ésta y otras materias, otr@s tal vez deban recurrir a la tutoría para solicitar textos ampliatorios o sugerencias para resolver planteos hechos desde la cátedra que resultan complicados o ambiciosos. Todo ello es posible, estamos aquí para compartir este espacio y nuestro lugar cobra sentido en la medida en que podamos acompañarl@s productivamente en el itinerario formativo que compartiremos este cuatrimestre.
Escribir es lo que haremos para comunicarnos, aunque en esta materia reflexionaremos también sobre el hecho de que sobre todo, escribir es un método para pensar. Escribir para uno, escribir para los otros, cobrará especial relevancia cuando recorramos los trabajos académicos, los trabajos prácticos y cada un@ podrá percibir como además de presentar información, al escribir, configura ideas, pues se trabaja sobre el propio pensamiento, y se le da una forma entre otras posibles. Entonces, la reflexión surgida a través de la escritura es diferente de la reflexión no escrita. Carlino:2005 [1]
Nuestro objeto de trabajo será el conocimiento científico, y la materia prima con que trabajaremos, desde múltiples perspectivas, será el texto. Cada texto es una pieza de lenguaje inserto en un proceso discursivo. Desde este enfoque, leer es entender cómo los textos construyen sentido, y por eso las prácticas lectoras que tienen en cuenta los recursos lingüísticos que se usan en los textos suelen ser las más eficaces y contribuyen a la constitución de lectores autónomos. Lograr esa autonomía es un recorrido que culmina en una plena alfabetización académica, cuando los discursos disciplinarios propios de la carrera elegida, las variaciones lingüísticas y discursivas, las disciplinas y los tipos de textos prototípicos ya nos son familiares. Ese momento se encuentra aún muy lejano a éste, estamos iniciando un camino, en el que el discurso y (a través de este) el conocimiento disciplinar se construye y se empleará paulatinamente en contextos académicos y profesionales de modo cada vez más complejo y diverso. [2]
Much@s de ustedes, en virtud de la profesión que eligieron y de sus trayectorias laborales y formativas, ya serán expertos en la búsqueda bibliográfica y en la organización de la información, así como en las técnicas requeridas para realizar un resumen documental. No obstante, y en virtud de las funciones que cumple para la comprensión lectora se trabajarán textos apoyándonos en la búsqueda y hallazgo de los patrones organizacionales, sus tramas, esquemas y categorías. Es así como, desde la perspectiva del estudio, también el concepto de hipertexto cobra un enfoque singular, en las permanencias y transformaciones de sus funciones y tramas.
Por otro lado, esas competencias que requieren las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, desde la perspectiva de la construcción colectiva de conocimiento, constituyen un desafío para generar nuevas dinámicas del trabajo grupal, comunicación y redes colaborativas que potencien el trabajo intelectual. Este modo de aprender y enseñar propicia una postura de flexibilidad cognitiva, pues cada un@ puede establecer itinerarios particulares y recorrerlos según su gusto y necesidad: textos, canciones, artículos, proyectos, propuestas, experiencias, diversos medios para la interacción y el trabajo entre alumn@s y docentes.
Es aceptado en la universidad que la evaluación debe ser parte de un proceso integral, contextualizada, democrática, formativa, y que promueva el desarrollo y la revalorización de errores y que tenga en cuenta indicadores que garanticen su objetividad. ¿Y cuál es la visión que tienen los alumn@s frente al examen? ¿Cuáles son las estrategias desarrolladas por l@s estudiantes para afrontar las propuestas de evaluación?. Se trabajará la evaluación de modo tal que debería permitir elevar conocimientos, estimularl@s a enmendar sus errores y considerarlos fuente de reflexión, e insumo imprescindible en sus estrategias de metacognición.
Otra perspectiva que se sostiene desde la cátedra es aquella que entiende que si una persona es capaz de reconocer y anticipar los problemas que enfrenta para el logro de un aprendizaje exitoso, está autorregulando su mente y es capaz de aplicar determinadas estrategias para alcanzar su objetivo. La metacognición se entiende como el conocimiento que tiene una persona de sus recursos cognitivos y la compatibilidad de éstos con la tarea que se desea realizar. [2] Las estrategias a aplicar serán comportamientos, pensamientos, creencias o emociones que facilitarán la adquisición de conocimientos, la comprensión, la transferencia, y un uso activo de las habilidades nuevas, en nuevas situaciones. Se trabajará por ello en el dominio y la reflexión sobre las estrategias cognitivas, metacognitivas y de manejo de recursos para el aprendizaje. [3]
Si bien algunos de ustedes ya han cursado otras materias, es común que en el momento de cursar las primeras materias de la carrera, generalmente aparezca una tensión entre la visión de la vida universitaria a partir de las expectativas y visiones propias y las condiciones reales que se despliegan durante la actividad académica. Esta última, demanda la puesta en juego de horas disponibles para el estudio, estrategias cognitivas, motivación personal, tolerancia a la frustración, organización y condiciones institucionales que l@s estudiantes deberán tomar en cuenta para tener un desempeño exitoso. [4] Por ello, cuando iniciemos el tratamiento de los temas, abordaremos en primer lugar las características de la vida universitaria de un estudiante de la Universidad Nacional de Mar del Plata, de la Facultad de Humanidades, sus derechos, responsabilidades y obligaciones. Bucearemos en la perspectiva del rol profesional y el perfil de egresado de la carrera elegida y para ello trabajaremos con el plan de estudios, sus correlatividades, para luego adentrarnos en el conocimiento científico, su estructura y componentes, etc.
Nos encontramos en la próxima clase…
[5] Ver bibliografía en el programa de la asignatura
[1] Ver bibliografía en el programa de la asignatura
 [2] Ver bibliografía en el programa de la asignatura
[3] Ver bibliografía en el programa de la asignatura
[4] Ver bibliografía en el programa de la asignatura
[5] Ver bibliografía en el programa de la asignatura


Documento-clase 2

Hemos dado inicio a la cursada de la asignatura apelando desde distintos lugares a visiones e ideas que tenemos acerca de los tópicos que abordará esta materia, quienes este cuatrimestre compartiremos este espacio, ahora nos ocuparemos brevemente de la vida universitaria.
En la primera clase teórica, se señalaron los ejes principales y las perspectivas de la cátedra en virtud de los contenidos que se trabajarán. Mientras tanto, el primer trabajo práctico procura contribuir a la identificación de competencias de lectura y escritura que se suponen ya adquiridas por el estudiante que ingresa a la universidad. En este momento, la mayoría de los alumn@s iniciaron el “Trabajo Práctico Nº 1”, que anticipa cuestiones relacionadas con la vida universitaria, el conocimiento científico y la divulgación científica que luego seguiremos trabajando, mientras que apela a la lectura, y a la escritura. El propósito de este trabajo práctico es poner en juego las competencias de lectura y escritura ya adquiridas. El tema que aborda está en directa conexión con el inicio de una carrera universitaria. Esperamos entonces, que además de leer y escribir a partir a los textos seleccionados, se pueda iniciar el recorrido por en el nivel universitario reconociendo problemáticas que caracterizan el contexto institucional en el que se insertan.
La lectura y la escritura son dos operaciones complementarias que sustentan el trabajo intelectual en la universidad y su metodología. La lectura corresponde al ámbito de la interpretación y comprensión, mientras que la escritura está en relación directa con la expresión y comunicación. Se torna entonces habitual y permanente el proceso que se inicia con la lectura para pasar luego a la producción, en una dinámica constante, sostenida en una relación dialéctica entre estas y otras actividades, propias de la vida universitaria.
Por ello, daré inicio formal a este bloque, tomando uno de los tópicos que aborda, la vida universitaria. Digo formal porque como se puede interpretar en los párrafos anteriores, hemos estado trabajando estos contenidos desde los primeros días y desde distintos modos de conocimiento. Para eso trataré, a lo largo de esta clase, de presentar elementos significativos y con mayor incidencia en la vida estudiantil en la universidad. El énfasis estará puesto en aspectos que para algun@s resultarán novedosos mientras que para quienes ya no son novat@s como estudiantes universitarios tal vez resulten ociosos. Podrán entonces pasar más rápidamente por esta primera parte de la Unidad I.
La Universidad Nacional de Mar del Plata fue creada en 1975, por Ley Nº 21.139, a partir de un convenio en el que intervienen la Universidad de la Provincia de Buenos Aires y la Universidad Católica que ya funcionaban en la ciudad. Son funciones de la universidad la docencia, la investigación, la extensión y la gestión. La primera función comprende la enseñanza en el nivel secundario, terciario universitario –grado y pregrado- y postgrado. La investigación es generadora incesante de nuevos conocimientos y se vincula estrechamente con la enseñanza, la actualización permanente de los graduados y la transferencia de los nuevos saberes en beneficio de la comunidad. La extensión posibilita la comunicación e interacción entre la Universidad y la comunidad, a través de la administración de programas con proyección comunitaria, mientras que la gestión se concreta a través de la participación de los miembros de la comunidad universitaria en los órganos de gobierno y/o diferentes niveles de conducción de la UNMdP.
A su vez su Estatuto, carta magna aprobada en marzo de 1990 y actualmente en proceso de revisión, explicita las misiones que se propone la UNMdP y que dan identidad y sentido a las funciones mencionadas. Entre ellas, por ejemplo, se pueden hallar algunas expresadas del siguiente modo: Formar en el más alto nivel académico a todos quienes accedan a ella; Propiciar la actualización y el perfeccionamiento de los graduados; Garantizar la igualdad de oportunidades y rechazar toda forma de discriminación. Promover la creación de nuevos conocimientos…:
Desde el punto de vista de la estructura, la UNMdP está integrada por nueve Facultades: de Arquitectura, Urbanismo y Diseño; de Ciencias Agrarias; de Ciencias de la Salud y Servicio Social; de Ciencias Económicas y Sociales; de Ciencias Exactas y Naturales; de Derecho; de Humanidades; de Ingeniería; y de Psicología. Cuenta además con un establecimiento de Enseñanza Media –el Colegio Dr. Arturo Illia-, el Sistema de Educación Abierta y a Distancia -SEAD-, e Institutos, Centros y Grupos de investigación.
El gobierno de la UNMdP se constituye con la representación de los claustros –docentes, estudiantes y graduados- y es ejercido por la Asamblea Universitaria, el Consejo Superior y el Rector, en ese orden.
La Asamblea Universitaria es el máximo órgano de representación de la Universidad y se reúne convocada por el Rector, por la mayoría del Consejo Superior o a requerimiento de un cuarto de sus miembros. Sesiona con la presencia de la mitad de sus miembros y debe ser presidida por el Rector o el Vicerrector o por un asambleísta designado al efecto. Tiene varias atribuciones como elegir, suspender o separar de sus cargos al Rector y Vicerrector, modificar el Estatuto Universitario, crear, disolver, organizar y/o modificar Facultades, etc.
El Consejo Superior sesiona periódica y públicamente. Puede ser convocado por el Rector, Vicerrector o a pedido de por lo menos un cuarto de sus miembros. Entre sus atribuciones se pueden mencionar: dictar Ordenanzas y Reglamentaciones, ejercer en última instancia el contralor de legitimidad, proponer modificaciones del Estatuto, designar profesores, evaluar el presupuesto anual de la Universidad y distribuir sus fondos, etc.
El Rector es el representante máximo de la Universidad en todos los actos civiles, administrativos y académicos. Debe ser o haber sido profesor regular de esta Universidad. Para ser Vicerrector se requieren las mismas condiciones. Ambos pueden permanecer cuatro (4) años en sus funciones y ser reelectos por una sola vez para el período inmediato siguiente. Entre sus funciones le corresponde al Rector: administrar la Universidad, convocar y presidir la Asamblea Universitaria, expedir los títulos y diplomas universitarios, organizar las Secretarías, tener a su orden los fondos, dirigir publicaciones oficiales, etc.. Dependen, actualmente, del Rector las Secretarías que figuran en la página web institucional.
Las Facultades son –dentro de la UNMdP- las unidades académicas, administrativas y de gobierno, de una o varias carreras epistemológicamente afines. Son responsables del cumplimiento de los objetivos curriculares necesarios para el otorgamiento de títulos académico-profesionales y del control de las actividades de investigación, de gestión y extensión que en su ámbito se desarrollan.
La Facultad de Humanidades se estructura en ocho departamentos: Documentación, Filosofía, Geografía, Historia, Letras, Lenguas modernas, Sociología, y Pedagogía que dicta el ciclo común del profesorado para todas las carreras. Estos departamentos dictan dieciséis carreras de grado y pregrado y seis de postgrado.
Las Facultades están constituidas por Departamentos, quienes se encargan de “...organizar y desarrollar la investigación, extensión y enseñanza propia de sus respectivos campos de conocimiento. El gobierno de cada Facultad está representado por el Consejo Académico, el Decano y el Vicedecano.
El Consejo Académico está integrado por trece miembros, incluido el Decano, quien presidirá sus sesiones y tendrá voto en caso de empate. Se reúne en sesiones ordinarias y públicas (salvo expresa decisión de la mayoría de los miembros presentes) por lo menos una vez al mes. Le corresponde dictar disposiciones generales sobre el gobierno interior y administrativo de la Facultad; constituirse como órgano de apelación de las resoluciones del Decano, en la aplicación particular de las ordenanzas y resoluciones de carácter general; aprobar, observar ya rechazar planes de estudios y sus modificaciones, programas de enseñanza, investigación y extensión de los Departamentos; designar a los profesores de la Facultad; fijar el calendario académico; fijar las condiciones de admisibilidad, permanencia y promoción de los alumnos de cuerdo con las normas vigentes; llamar a concurso para la provisión de cargos; etc.
El Decano y el Vicedecano duran cuatro (4) años en sus funciones y deben ser profesores regulares de la Facultad. Son algunas de sus obligaciones y atribuciones: presidir el Consejo Académico de la Facultad, ejecutar resoluciones, representar oficialmente la Facultad, dictar disposiciones, expedir títulos de las profesiones y grados académicos, controlar las asistencias de los profesores y conceder licencias, convocar al Consejo Académico, proponer a éste las designaciones del personal docente interino, etc. Del Decano dependen, generalmente, las siguientes secretarías: Académica, Investigación, Transferencia, Extensión y Coordinación.
Bueno, hasta aquí hemos llegado, seguimos más tarde con otras propuestas de trabajo, en la que continuaremos desarrollando aspectos relativos a la vida universitaria y a la actividad científica que se desarrolla en la universidad.